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Un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS) es un intento malicioso de interrumpir los servicios de un host conectado a Internet. Los ataques DDoS se lanzan desde múltiples sistemas comprometidos, que inundan el sistema de destino con una gran cantidad de datos, lo que dificulta que los usuarios legítimos accedan a los servicios. Los ataques DDoS se pueden lanzar desde una sola computadora o desde una red de computadoras, y pueden tener como objetivo un solo sistema o una gran red.
Un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS) es un tipo de ciberataque diseñado para interrumpir los servicios de un host conectado a Internet. El ataque se lanza desde múltiples sistemas comprometidos, que inundan el sistema de destino con una gran cantidad de datos, lo que dificulta que los usuarios legítimos accedan a los servicios.
Los ataques DDoS se pueden lanzar desde una sola computadora o desde una red de computadoras, y pueden tener como objetivo un solo sistema o una gran red. El objetivo de un ataque DDoS es saturar el sistema de destino con solicitudes, haciendo que no pueda responder a las solicitudes legítimas.
Los ataques DDoS se pueden lanzar utilizando una variedad de métodos, que incluyen inundación de ping, inundación SYN, falsificación de IP y amplificación de DNS. En un ataque de inundación de ping, el atacante envía una gran cantidad de solicitudes de eco ICMP al sistema de destino. En un ataque de inundación SYN, el atacante envía una gran cantidad de paquetes SYN al sistema de destino. En un ataque de suplantación de IP, el atacante envía paquetes al sistema de destino con una dirección IP suplantada. En un ataque de amplificación de DNS, el atacante envía una gran cantidad de consultas de DNS al sistema de destino, lo que amplifica el ataque.
El primer ataque DDoS documentado ocurrió en 1999, cuando un grupo de piratas informáticos lanzó un ataque coordinado contra Yahoo, eBay y otros sitios web importantes. El ataque, que se lanzó desde más de 100 computadoras, abrumó los sitios web objetivo y provocó que no estuvieran disponibles durante varias horas.
Desde entonces, los ataques DDoS se han vuelto cada vez más comunes. En 2016, un ataque DDoS al proveedor del sistema de nombres de dominio (DNS) Dyn provocó que los principales sitios web, como Twitter y Netflix, no estuvieran disponibles durante varias horas. En 2017, un ataque DDoS al proveedor de alojamiento francés OVH provocó que los sitios web de numerosas empresas, incluidas Airbnb y Spotify, dejaran de estar disponibles.
Los ataques DDoS se pueden lanzar utilizando una variedad de métodos, que incluyen inundación de ping, inundación SYN, falsificación de IP y amplificación de DNS. En un ataque de inundación de ping, el atacante envía una gran cantidad de solicitudes de eco ICMP al sistema de destino. En un ataque de inundación SYN, el atacante envía una gran cantidad de paquetes SYN al sistema de destino. En un ataque de suplantación de IP, el atacante envía paquetes al sistema de destino con una dirección IP suplantada. En un ataque de amplificación de DNS, el atacante envía una gran cantidad de consultas de DNS al sistema de destino, lo que amplifica el ataque.
Los ataques DDoS también se pueden lanzar mediante botnets, que son redes de computadoras comprometidas que se utilizan para lanzar ataques coordinados. Las redes de bots se utilizan normalmente para lanzar ataques DDoS a gran escala, ya que permiten al atacante enviar una gran cantidad de tráfico al sistema de destino desde múltiples fuentes.
Por ejemplo, se podría lanzar un ataque DDoS contra un sitio web enviando una gran cantidad de solicitudes al servidor del sitio web. El servidor se vería abrumado por las solicitudes y no podría responder a las solicitudes legítimas. El resultado sería que el sitio web dejaría de estar disponible para los usuarios legítimos.
La principal ventaja de los ataques DDoS es que se pueden utilizar para interrumpir los servicios de un sistema de destino, lo que dificulta o imposibilita que los usuarios legítimos accedan a los servicios. La principal desventaja de los ataques DDoS es que puede ser difícil defenderse de ellos, ya que pueden lanzarse desde múltiples fuentes y pueden tener como objetivo múltiples sistemas.
Los ataques DDoS han sido objeto de mucha controversia, ya que pueden utilizarse para interrumpir los servicios de sitios web y otros servicios en línea. En algunos casos, los ataques DDoS se han utilizado para atacar sitios web políticos, como los de agencias gubernamentales o partidos políticos. En otros casos, los ataques DDoS se han utilizado para atacar sitios web de empresas u organizaciones, como bancos o medios de comunicación.
Los ataques DDoS están relacionados con otros tipos de ciberataques, como los ataques de phishing y los ataques de malware. Los ataques de phishing implican el envío de correos electrónicos maliciosos a los usuarios en un intento de obtener acceso a sus cuentas o información personal. Los ataques de malware implican la instalación de software malicioso en un sistema para poder acceder a él.
Los ataques DDoS se han vuelto cada vez más comunes en los últimos años, ya que pueden usarse para interrumpir los servicios de un sistema de destino. Como tal, es importante que las organizaciones sean conscientes de los riesgos que plantean los ataques DDoS y tomen medidas para proteger sus sistemas de dichos ataques.
Hay una serie de herramientas y servicios disponibles para ayudar a las organizaciones a proteger sus sistemas de los ataques DDoS. Estas herramientas y servicios pueden ayudar a las organizaciones a detectar y mitigar los ataques DDoS, además de proporcionar información sobre cómo prevenir dichos ataques. Además, las organizaciones pueden usar firewalls, sistemas de detección de intrusos y otras medidas de seguridad para proteger sus sistemas de ataques DDoS.