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Los sistemas distribuidos son redes de computadoras en las que varias computadoras trabajan juntas para lograr un objetivo común. Se utilizan para aumentar la escalabilidad, la disponibilidad y la tolerancia a fallas de un sistema al permitir que se divida en partes más pequeñas y manejables.
Un sistema distribuido es una red de computadoras que están conectadas entre sí y trabajan juntas para lograr un objetivo común. Todas las computadoras en la red están conectadas a través de un canal de comunicación, como Internet o una red de área local (LAN). Las computadoras en un sistema distribuido pueden ubicarse en diferentes ubicaciones físicas, y cada computadora puede tener su propio sistema operativo y hardware.
Los sistemas distribuidos se utilizan para aumentar la escalabilidad, la disponibilidad y la tolerancia a fallas de un sistema. Al dividir un sistema en partes más pequeñas, puede hacerse más manejable y más fácil de mantener. Además, los sistemas distribuidos se pueden usar para aumentar la disponibilidad de un sistema al permitir que se acceda a él desde múltiples ubicaciones. Finalmente, los sistemas distribuidos pueden aumentar la tolerancia a fallas de un sistema al permitirle continuar operando incluso si uno o más de sus componentes fallan.
Los sistemas distribuidos tienen varias características que los hacen útiles para una variedad de aplicaciones. Estas características incluyen:
Escalabilidad: Un sistema distribuido se puede ampliar o reducir fácilmente, lo que permite su uso para aplicaciones de diferentes tamaños.
Tolerancia a fallas: Un sistema distribuido puede continuar operando incluso si uno o más de sus componentes fallan.
Disponibilidad: Se puede acceder a un sistema distribuido desde varias ubicaciones, lo que permite su uso para aplicaciones que requieren alta disponibilidad.
Seguridad: Un sistema distribuido se puede proteger mediante una variedad de métodos, como el cifrado y la autenticación.
Un ejemplo común de un sistema distribuido es una aplicación web. En una aplicación web, el sistema se divide en varios componentes, como el servidor web, el servidor de base de datos y el servidor de aplicaciones. Cada uno de estos componentes está ubicado en una computadora diferente y todos están conectados a través de Internet.
El servidor web maneja las solicitudes de los usuarios, el servidor de base de datos almacena datos y el servidor de aplicaciones ejecuta el código de la aplicación. Al dividir el sistema en estos componentes, puede hacerse más escalable, disponible y tolerante a fallas.
Los sistemas distribuidos tienen varias ventajas, como una mayor escalabilidad, disponibilidad y tolerancia a fallas. Sin embargo, también tienen algunas desventajas, como una mayor complejidad y costo.
Los sistemas distribuidos han sido controvertidos debido a su potencial de mal uso. Por ejemplo, los sistemas distribuidos se pueden usar para crear ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS), que se pueden usar para cerrar sitios web y otros servicios en línea.
Los sistemas distribuidos están relacionados con otras tecnologías informáticas distribuidas, como la computación en la nube y la computación en red. La computación en la nube es un tipo de computación distribuida que usa recursos virtualizados, mientras que la computación grid es un tipo de computación distribuida que usa una gran cantidad de computadoras para resolver problemas complejos.
Los sistemas distribuidos son una parte importante de la informática moderna y se utilizan en una variedad de aplicaciones, desde aplicaciones web hasta simulaciones científicas. Al dividir un sistema en componentes más pequeños, los sistemas distribuidos pueden aumentar la escalabilidad, la disponibilidad y la tolerancia a fallas.
Los sistemas distribuidos también se utilizan en bases de datos distribuidas, sistemas de archivos distribuidos y procesamiento de datos distribuidos. Además, los sistemas distribuidos se pueden usar para crear aplicaciones distribuidas, que son aplicaciones a las que se puede acceder desde múltiples ubicaciones.