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Cuando se trata de desarrollo de software, uno de los aspectos más importantes es el diseño de la interfaz de programación de aplicaciones (API). Una API es un conjunto de reglas y especificaciones que los programas de software pueden seguir para comunicarse entre sí. También es un elemento clave en el desarrollo web, ya que define cómo las aplicaciones web pueden interactuar entre sí y con el servidor.
Uno de los tipos de API más populares es la API RESTful. REST significa Transferencia de estado representacional y es una forma de designar cómo se presenta la información al usuario. Una API RESTful es una API que sigue los principios REST.
En esta publicación de blog, veremos qué es REST, cómo funciona y cómo diseñar una API RESTful.
REST es un estilo arquitectónico para diseñar aplicaciones en red. Se basa en los siguientes principios:
Cliente-servidor: la arquitectura cliente-servidor es una forma de organizar el software en la que el cliente, o la interfaz de usuario, está separado del servidor o back-end. Esta separación de preocupaciones permite que diferentes equipos trabajen en diferentes partes del software de forma independiente.
Sin estado: en un sistema sin estado, cada solicitud de un cliente es independiente de cualquier otra solicitud. El servidor no necesita realizar un seguimiento de ninguna información de estado para el cliente. Esto hace que el sistema sea más simple de diseñar y más fácil de escalar.
Cacheable: en un sistema cacheable, el servidor puede almacenar las respuestas de las solicitudes en un caché. Esto permite que las solicitudes posteriores se atiendan más rápido, ya que el servidor no necesita generar la respuesta desde cero cada vez.
Interfaz uniforme: El principio de interfaz uniforme es la clave para diseñar una API RESTful. Establece que la API debe tener una estructura consistente, para que los usuarios sepan cómo usarla. La interfaz uniforme también hace que la API sea más fácil de escalar, ya que se pueden agregar nuevos recursos sin romper los existentes.
REST es una forma de designar cómo se presenta la información al usuario. En una API RESTful, cada recurso se identifica mediante una URL. Por ejemplo, en una API de blog, la URL del recurso "publicaciones" podría ser "/publicaciones".
Cuando un cliente realiza una solicitud a una URL, el servidor responde con una representación del recurso. Esta representación puede estar en forma de JSON, XML o HTML. El cliente puede usar esta representación para manipular el recurso.
Por ejemplo, un cliente puede realizar una solicitud GET a "/posts" para recuperar una lista de todas las publicaciones del blog. Luego, el servidor respondería con una representación de las publicaciones, en forma de JSON, XML o HTML. El cliente podría usar esta representación para mostrar las publicaciones en una lista en la pantalla.
Al diseñar una API RESTful, hay algunas cosas a tener en cuenta.
Primero, la API debe ser fácil de usar. Las URL deben ser fáciles de recordar y los recursos deben estar bien organizados.
En segundo lugar, la API debe ser fácil de escalar. Se deben poder agregar nuevos recursos sin romper los existentes.
Tercero, la API debe ser fácil de mantener. El código debe estar bien documentado y los cambios deben realizarse de manera que sea compatible con versiones anteriores.
Cuarto, la API debe ser segura. Los datos deben estar encriptados y el acceso a la API debe estar restringido a usuarios autorizados.
Finalmente, la API debe tener un buen rendimiento. El servidor debe poder manejar una gran cantidad de solicitudes y el tiempo de respuesta debe ser bajo.
REST es un estilo arquitectónico popular para diseñar aplicaciones en red. Se basa en los principios de interfaz cliente-servidor, sin estado, almacenable en caché y uniforme.
Al diseñar una API RESTful, es importante tener en cuenta que la API debe ser fácil de usar, fácil de escalar, fácil de mantener, segura y eficaz.